Baños termales árabes

A las afueras de La Malahá, y en el extremo opuesto a los pozos de sal, se encuentran los conocidos Baños, de los que se conservan las cúpulas de piedra y su piscina termal. Su mayor resplandor llegó con el período nazarí, en el que el municipio era conocido como el sobrenombre de Meleja (suave, apacible). Sus antiguas termas eran calificadas como el “manantial de las aguas de la hermosura”. Se dice también que sus efectos medicinales curaban distintas enfermedades, entre ellas afecciones cutáneas y de los ojos.

Han sido restaurados y a su alrededor se han construido jardines y modernas piscinas termales para el baño público. En las instalaciones se han integrado restos arqueológicos como una pileta romana, silos de una almunia, una bóveda del Hamman y una alberca árabe. Las aguas termales de La Malahá, con una temperatura de 29 grados, están clasificadas como sulfatadas, cálcicas, variedad clorurado-bicarbonatadas.